La tortuga común (Caretta caretta), la más abundante de todas ellas, la tortuga verde (Chelonia mydas) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).
El mar Balear es una importante zona de alimentación de juveniles y subadultos de la tortuga común. Las tortugas marinas son animales altamente migratorios. La mayoría de tortugas marinas presentes en Balares es de origen Atlántico, aunque también se pueden encontrar ejemplares procedentes del Mediterráneo oriental.
A pesar de ser la tortuga más abundante del Mediterráneo, la nidificación está prácticamente restringida al Mediterráneo oriental con las principales colonias en Chipre, Grecia y Turquía. Tradicionalmente, en el litoral español, la especie está clasificada como “no nidificante u ocasional”, no obstante, y debido al cambio climático, desde el 2014 han aumentado los eventos de nidificación en España, registrándose el primer nido de tortuga marina común en Baleares en el año 2019.
La tortuga marina común está clasificada como “especie vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (Ministerio de Medio Ambiente. Gobierno de España, 2010) y como especie prioritaria por la Unión Europea (Apéndices de CITES). En la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) la población global está clasificada como “vulnerable”.
Las tortugas marinas en aguas de Baleares enfrentan graves problemas entre los que destacan: los enmallamientos en redes fantasma, las colisiones con embarcaciones, la pesca accidental con anzuelos, ingestión de basuras marinas, el cambio climático, etc.
En todos los casos se debe llamar al 112, teléfono de emergencias que se pondrá en contacto con la red de varamientos de Fauna Marina de Baleares de la Fundación Palma Aquarium. Ellos se pondrán en contacto con la persona que esté con el animal y le darán las indicaciones a seguir
Es muy importante NO QUITAR REDES, NI ESTIRAR DE HILOS O CUERDAS. A pesar de las buenas intenciones, le haremos más daño que bien pudiendo incluso llegar a causarle la muerte. Lo mejor es esperar a la llegada de los profesionales.
La Fundación Palma Aquarium colabora con la Clínica La Vileta y con International Zoo Veterinary Group (IZVG). Todos los ejemplares reciben atención veterinaria y tratamiento.
Las pruebas diagnósticas incluyen analíticas sanguíneas (hematología y bioquímica) y seguimiento radiológico, pruebas que se repiten hasta constatar la completa recuperación de la tortuga.
En los casos necesarios se realizan pruebas complementarias para realizar el diagnóstico adecuado del animal (ecografías, laparoscopia, TAC, etc.). Todas las tortugas reciben el tratamiento impuesto por el equipo veterinario y, en los casos que se requiera, se realizan las intervenciones quirúrgicas oportunas.
El proyecto OCEMIB cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU.