Las tortugas marinas que habitan en el mar Balear enfrentan múltiples amenazas, siendo una de las más significativas el enmalle en redes de pesca abandonadas o perdidas, conocidas como “redes fantasma”. Este fenómeno, resultado de la actividad humana, representa un grave peligro para estas especies emblemáticas.
El enmallamiento ocurre cuando las tortugas quedan atrapadas en restos de redes, cuerdas o plásticos. Estos materiales pueden enrollarse alrededor de sus aletas, cuello o caparazón, restringiendo su movimiento y causando lesiones de diversa consideración. En muchos casos, la presión ejercida por estas ataduras interrumpe la circulación sanguínea, produciendo necrosis de las extremidades afectadas. Si no se actúa a tiempo, las consecuencias pueden ser fatales.
Durante el año 2024, teniendo en cuenta las causas conocidas, el 65% de las tortugas rescatadas en el mar Balear lo fueron por causas relacionadas con el enmalle, lo que confirma la magnitud del problema y la urgencia de tomar medidas.
Si encuentras una tortuga marina enmallada, es crucial seguir un protocolo específico para garantizar su supervivencia:
El enmalle no solo causa lesiones físicas evidentes. Las tortugas atrapadas pueden sufrir:
La mayoría de estas tortugas pueden ser rehabilitadas y liberadas de nuevo al mar, incluso tras perder una aleta. De hecho, en las playas de anidación se han visto a tortugas sin una aleta anidando.
Una vez rescatadas, las tortugas son trasladadas al Centro de Recuperación de la Fundación Palma Aquarium, donde reciben atención veterinaria especializada. Se les realizan pruebas diagnósticas, como análisis de sangre y radiografías, para evaluar su estado de salud. En algunos casos, se les colocan dispositivos de seguimiento satelital para monitorear su adaptación al medio natural tras la liberación.
Este seguimiento proporciona datos valiosos sobre sus patrones de migración y comportamiento, contribuyendo a estrategias de conservación más efectivas.
El término “basuraleza” se refiere a los residuos generados por el ser humano que terminan en entornos naturales. En el mar, esto incluye plásticos, redes de pesca abandonadas y otros desechos que representan un peligro constante para la fauna marina. La acumulación de estos residuos no solo afecta a las tortugas, sino también a otras especies marinas, alterando el equilibrio del ecosistema.
La protección de las tortugas marinas es una responsabilidad compartida. Aquí algunas acciones que puedes tomar:
● No arrojes basura al mar ni a las playas: Cada residuo cuenta.
● Participa en jornadas de limpieza: Contribuye a mantener nuestros océanos libres de desechos.
● Informa sobre varamientos: Si ves una tortuga en peligro, sigue el protocolo y llama al 112.
● Educa y sensibiliza: Comparte información sobre la importancia de conservar la fauna marina.
Este trabajo se ha llevado a cabo en el marco del proyecto de conservación y protección de especies marinas amenazadas, que incluye a tortugas marinas, cetáceos y tiburones, en las Islas Baleares (OCEMIB). La iniciativa está respaldada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU.
Además, el servicio está gestionado por el COFIB, que forma parte del Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Agricultura, Pesca i Medi Natural.
La conservación de las tortugas marinas en el mar Balear depende de la colaboración entre instituciones, organizaciones y ciudadanos comprometidos. Siguiendo los protocolos adecuados y adoptando prácticas responsables, podemos garantizar un futuro más seguro para estas especies y para la biodiversidad marina en su conjunto.