No tienen un corazón, sino tres. El principal distribuye la sangre oxigenada por todo el cuerpo y los otros dos bombean la sangre de vuelta a cada una de las dos branquias para re oxigenarla.
Su sangre es azul.
Expulsan tinta para defenderse.
Se cuentan entre los mejores artistas del camuflaje del mundo animal. Pueden cambiar no sólo el color, sino también la textura, opacidad y reflectividad de su piel para adaptarse a su entorno y tender una emboscada a una presa o despistar a un depredador. A veces también utilizan los cambios de color para comunicarse con otros pulpos.